Marinero de agua dulce
Día 30 (Martes, 12/02/2013)
El día empieza como todos, es decir
limpiando el fuel que suelta el motor y algunos purificadores. Lo hago de
manera muy tranquila, sin prisas. Estoy hasta las 09h30. Cuando por fin
termino, los dos “fitters” y un “wiper” están instalando el motor eléctrico que
hacía unos días desmontaron. Me uno a ellos, mi objetivo es claro: Si mi jefe
no se molesta en darme nuevas instrucciones para mejorar mis conocimientos me
los busco yo. Estoy con mis compañeros viendo cómo están montando el rotor del
motor eléctrico, tienen problemas. Hay una pieza que no encaja. Nos tiramos
hasta las 11h00 pasadas intentando meter la pieza pero de ninguna de las
maneras. Se ha empeñado en no ceder ni un milímetro. Tras la comida volvemos a
lo mismo. Entonces toman una decisión, la pieza nueva se desecha y vuelven a
poner la pieza antigua que aunque está algo tocada, aún tiene para rato. Les
ayudo en todo lo que me dicen, cosas muy básicas pero gracias a ellos he visto
como se monta/desmonta el motor eléctrico de una centrifugadora de L.O. Terminamos al fin montándolo, sus horas ha llevado.
Aún
son las 15h00 y el barco empieza a moverse en exceso, dos días antes había
estado igual y lo pasé bastante mal. Ayudo mientras a mis compañeros en
diversas chapuzas hasta las 16h00, empiezo a encontrarme algo mal. El barco se mueve
mucho, muchísimo. Mi estómago baila al son del mar. La última hora la paso
bastante chafado, quiero terminar e irme a mi camarote a relajarme. El tiempo
pasa lento y los últimos 20 minutos los paso en los vestuarios, no puedo más.
Me cambio y espero a las 17h00, cuando llega la ansiada hora subo a mi camarote
y me tumbo en la cama 1 hora, hasta la hora de la cena. Veo el menú y volvería
al camarote pero algo he de comer. Hay queso en lonchitas, me cojo dos
panecillos. Ya tengo cena. Y a ello le sumo 2 manzanas. Lo que daría por comer
aunque fuera en un McDonalds.
Tras terminar vuelvo al camarote y está mi
compañero despierto con su Reggeaton a todo trapo, parece una discoteca. Recuerdo
la otra noche que me preguntaba si me gustaba, ahora recuerdo por qué lo detestaba.
Me paso la tarde en la cama a la espera de llegar a Barcelona.
Pasadas las
22h00 llegamos a Barcelona, por fin. Hablo con la familia y es el mejor momento
desde hace varios días.